La pestilencia de la política K

   Merlo, al oeste del Gran Buenos Aires. El candidato a vicepresidente por el @FrenteUPopular Mario Das Neves sigue realizando la procesión peronista de presentación de candidatos que acompañará a la fórmula #DuhaldeMasdasNeves. Jorge Breppe irá como candidato a intendente; Raúl Lorenzo y Milena Gómez disputarán los cargos de consejales; y Osvaldo Navarro y Marcela Aristi encabezarán las listas a diputados provinciales. Nuevos aires de renovación política se avecinan.

   Actualmente la ciudad de Merlo se encuentra gobernada por el intendente kirchnerista Raúl Othacehé, un personaje sumamente nefasto, el cual en su juventud militó en la agrupación de ultra-derecha neo nazi Tacuara, y al que se lo acusa de una treintena de casos de violencia política, corrupción, y abuso de poder  que fueron recolectados por el mismísimo Ministerio de Justicia y Seguridad a través de su Programa Nacional Anti-impunidad. Estas son las clases de gobernantes que tiene entre sus filas el gobierno K, que tan progresista y a favor de los derecho humanos se dice. 

  Pura demagogia, y todo vale cuando se trata de construir capital político y lograr favores y votos. Esta es la sucia bola de nieve que empuja el kirchnerismo, y la forma de cómo entienden el poder, desprovisto totalmente de todo elemento ético. Ellos, que se dicen ser la nueva política, lo nuevo frente a las viejas prácticas clientelistas, no hacen más que profundizar ese modelo de sumisión y violencia en lo que a construcción de poder ciudadana se refiere. El kichnerismo no quiere que el pueblo tenga un papel activo en el ejercicio del gobierno, porque ya sabemos lo que le ha sucedido cuando esto sucedió, con casos testigos como el reclamo del sector agrario, y con las marchas en su momento por mayor seguridad.

  No sólo eso, prestemos atención a la sustanciosa nota periodística de acá abajo de mayo del 2001, donde aparece el actual intendente de Merlo, en su momento ministro de Gobierno Bonaerense:

   Sí, textuales declaraciones golpistas. El gobierno, que tanto se quejó y se queja de los presuntos intentos de destitución que le quieren hacer los grandes medios y la oposición, mantiene alianzas con políticos que avalan ese tipo de metodologías antipopulares, antidemocráticas,  y neofascistas. Cuánta perorata discursiva progre, y qué poca correspondencia con las prácticas políticas llevadas adelante. 

  Hay que cortar con el doble discurso maniqueo de los K que nos hablan desde su torre de marfil de la democracia y de los derechos humanos, y por lo bajo construyen una red de poder que se parece mucho a la red de cloacas que subyace bajo las calles. Ya hubo signos electorales de que la sociedad quiere un cambio. Las elecciones obligatorias primarias de agosto son la próxima parada.