jueves, 4 de agosto de 2011

#debatedevices, o de cómo los K siguen con la confrontación y la soberbia


    El debate de vices en TN marcó diferencias desde el principio: Adrián Pérez necesitó de todos los asesores posibles para construir una voz que no dijera lo que todos ven: un joven cooptado por el mesianismo inconducente de Lilita Carrió, prometiendo soluciones desde la posición de quien sabe que su candidatura es casi testimonial. Javier González Fraga, en cambio, ni siquiera pudo compartir el atril con nadie más que sus propias anotaciones y la histérica catarata de mensajes de texto que llovían antes de que se prendieran las luces.
   Norma Morandini no sabía dónde encontrar las cámaras: un signo claro de que, aún habiendo trabajado en televisión durante tantos años, a veces se puede hablar sin saber a quién durante otros tantos años. Mario Das Neves, en cambio, se repartió entre la cantidad justa de profesionales de campaña y lo más estrecho de su círculo más íntimo. La tarea era fácil: todo lo que para el resto eran situaciones casi abstractas –la inseguridad, la corrupción, la pobreza, la educación–, para Das Neves eran temas de gestión conocidos y transitados durante dos exitosas gestiones como gobernador de Chubut.




   ¿Dónde está Amado Boudou? ¿En su lujosa torre en Puerto Madero? ¿Trabajando hasta la noche en el Ministerio de Economía? ¿Por qué no vino Boudou? ¿Por qué no dejan que Boudou se pare a debatir con el resto de los candidatos? ¿Por qué está encerrado en 678 predicando entre los convencidos, otra vez? ¿A quién creen en Olivos que van a convencer? ¿A quién creen todavía engañan?
    Los minutos pautados para exponer las ideas a veces le quedan chicos a Das Neves. Es lo que pasa cuando hay mucho para decir. Algo que no les ocurre ni a Morandini, ni a Pérez, ni a Fraga. “Federalismo real”, dice el gobernador chubutense. “Los problemas se atienden en el presente, no en el futuro”. “Hay muchos que son comentaristas de la realidad”.
    Pérez toma mucha agua. Tiene que hidratar al personaje del joven carilindo que sobrelleva una candidatura casi testimonial. “Hay que tratar el problema de la violencia como en Medellín o Bogotá”, dice. Das Neves, en cambio, le devuelve los pies al suelo argentino. “Yo me ocupé de la inseguridad en Chubut. Se trata de capacitar a los integrantes jóvenes de la fuerza para que traten con la violencia actual”, dice, porque también hizo.
   Gestión, federalismo, orden, paz. Es difícil que un condensado programa de cable defina una elección o un voto. Pero más difícil es no entender quiénes hablan desde el saber hacer y quiénes apenas hablan desde el saber quejarse.